Primero de todo, es importante que te tomes tu tiempo para leer. Si crees que no dispones de él, deja esta visita para más tarde. Mereces conocer algunos detalles antes de tomar cualquier decisión para tu bienestar.
Acerca de nuestro cerebro y nuestros flujos energéticos.
Tenemos dos cerebros. Uno es el cerebro cognitivo, el racional, el de la lógica, los pensamientos, las palabras…. El otro es el sistema límbico, el cerebro emocional, el de las sensaciones y los sentimientos.
Por otra parte, tenemos los meridianos energéticos (en los que se basa la medicina china). Son caminos de energía que alimentan de vida todas nuestras células. Cada meridiano está relacionado con la función de un determinado órgano y éste con una determinada emoción que lo rige, por ejemplo: riñón y vejiga están relacionados con los miedos, pulmón e intestino grueso con la tristeza…
¿Cómo funcionamos?
En nuestro día a día, todo nos llega a través de los sentidos: lo que vemos, olemos, escuchamos, palpamos, gustamos… Estos estímulos primero entran en el sistema límbico en forma de emociones. Una vez procesadas, pasan al cerebro cognitivo, a la lógica. En ocasiones sucede que alguna de esas emociones es demasiado impactante, estresante o traumática y no puede llegar a procesarse, por lo que se queda “enganchada” en nuestro cerebro emocional. Puede que este hecho, en el día a día, no nos suponga nada, pero en un momento determinado, podemos vivir una situación que haga “despertar” esa emoción y la vivimos de forma traumática.
Lo mismo ocurre a nivel energético. Un hecho concreto puede generar que el recorrido armónico que debe regir cada flujo energético, se vea alterado, tanto porque la energía se haya quedado estancada como porque se invierta completamente.
Normalmente buscamos solución a través de técnicas que nos llevan a utilizar la lógica, que nos hacen pensar, nos indican qué actitud o comportamiento debemos tener ante una determinada situación…. Todo esto es válido, pero la mayoría de las ocasiones supone un esfuerzo que no se ve recompensado. En un momento dado: una canción, un olor, una situación determinada, una frase, un lugar concreto… pueden despertar de nuevo la emoción estresante o traumática que nos causó tal problema y que aún no hemos liberado.
Ahí es donde actúan las técnicas de Liberación Emocional y AutoConocimiento que utiliza la Metodología LEYA, consiguiendo liberar de una manera rápida y natural la emoción responsable de que no logremos avanzar.
Probablemente estás cansad@ de ir de un lugar a otro sin lograr los resultados esperados. Ahora tienes la posibilidad de realizar el cambio definitivo en tu vida, tanto a nivel personal como profesional.
¡¡Ábrete a un mundo...
de infinitas posibilidades!!